HISTORIA DE SAN EXPÉDITO MÁRTIR
San Expédito , mártir de Melitene.
Melitene (la actual Malatya en Turquía) fue la capital de Armenia Secunda bajo Diocleciano; una ciudad fortificada para la defensa de la frontera oriental del Imperio Romano y un vado del río Éufrates; donde estaba estacionada la Legio duodecima, conocida como la Fulminata, compuesta en su mayoría por reclutas cristianos. La milicia romana de la región se numera precisamente en relación con esta ciudad. Ya se había derramado más sangre cristiana en Melitene: primero san Polyeuco (c. 259); después su primer obispo, san Cupsiquio, y de nuevo su sucesor, san Acacio, bajo el emperador Decio.
El Martirologio Jerónimo (que data, en su formulación original, de la primera mitad del siglo V) conmemora al mártir Expeditus el 18 de abril (“Romae Eleutheri episcopi et Anthiae matris eius et Parthenii, Caloceri, Fabii, Proculi, Apollonii, Fortunati, Crispini, EXPEDITI, Mappalici, Victorini, Gagi”) y el 19 de abril (“In Arminia Militana civitate Hermogeni, Gagi, EXPEDITI, Aristonici, Rufi, Galatae una die coronatorum”).
Sin embargo, la primera fecha parece ser fruto de un error, mientras que la lista de mártires del 19 de abril debe considerarse correcta.
Las fuentes no proporcionan ninguna otra información sobre San Expedito: por lo tanto, la única información fiable se refiere al día (19 de abril) y al lugar de la muerte (Melitene, actualmente Malatya, Turquía).
En cuanto a la probabilidad de que el Mártir se llamara realmente “Expeditus” -dado que se trataba de un nombre común en el mundo romano, precisamente la correspondencia con el término “expeditus miles”-. , soldado de infantería ligeramente armado y, por tanto, capaz de moverse con rapidez, podría, en todo caso, confirmar que ése era su estatus, ya que los nombres o apodos se traducían a menudo a partir de las actividades practicadas o de las cualidades físicas.
Otras dos circunstancias, transmitidas sólo por la devoción popular, se refieren al año de su martirio: 303; es decir, durante la “gran persecución” del emperador Diocleciano, que reinaba sobre la mitad oriental del Imperio; tan despiadada que pasó a la historia como “la edad de los mártires”. Y su condición de soldado del ejército romano: una característica que se apoya en la iconografía original y constante que lo representa vistiendo la lorica. La muy plausible veracidad de estos elementos históricos adicionales situaría a San Expedito junto a otros soldados romanos martirizados en los mismos años, entre ellos uno muy venerado en Suiza: San Mauricio de Agauno, víctima a su vez de Maximiano, emperador que reinó en Occidente de 286 a 305.